22.4.05

Un día de aquellos...

Sí, hoy ha sido un día de aquellos. Un día sin nada especial. Después de tres jornadas siendo puntual en el trabajo he vuelto a levantarme al tercer intento y he llegado tarde al trabajo (parezco una fracasada de los Tardones Anónimos, pero aquí estamos...). Parecía que iba a ser un día soleado, y al salir del pueblo me ha alegrado la vista un campo repleto de flores amarillas enmedio del bosque, muy cerca de dónde está mi pisito. He puesto la cinta de M-Clan y ¡venga a cantar! Pasando de los coches que venían de cara y de los conductores que pudieran ser testigos de mi vena cantante mientras conduzco. Realmente estoy harta de las noticias, ya vengan del Telediario, de El Periódico personalizado del e-mail o d'Antoni Basses en Catalunya Ràdio a las ocho de la mañana... tenía ganas de cantar, pasar del reloj-conciencia y labrarme un día de buen humor.
En la fábrica ha sido un día movidito, de aquellos en los que ni te paras a pensar en hacer un descanso. Luego la tarde se encapotó, y de vuelta al trabajo decidí que no era necesario asistir a la clase del posgrado que estoy haciendo (bueno, estoy haciendo una parte del posgrado, como un cursillo; eso sí, pagado por la empresa, faltaría más...): hoy tocaba la norma Ohsas de prevención de riegos laborales, con el mismo profesor que tuve hace unos meses en Barcelona. La verdad es que era prescindible, y con el cansancio que he acumulado durante todo el día la decisión ha sido muy fácil. Eso sí, al final me he ido tarde del trabajo, enredada con el planning de fábrica, explicando la jugada a seguir al jefe del turno... no sé porqué me molesto, si después de un día tan raro como hoy las cosas nunca acaban saliendo como las planificas... La experiencia tendría que servir para algo, ¿no?
En resumen, que he decidido hacer algo útil con las horas robadas al cursillo, y he ido a visitar a mi tía al hospital, a la que acaban de operar de la rodilla. Manresa y sus atascos me han obligado a dejar el coche bastante lejos del hospital, por lo que he dejado el cansancio a un lado, he caminado un buen trecho bajo una lluvia incipiente y he subido las cinco plantas por las escaleras... ¡yo y mi maldito terror a los ascensores! Lo curioso es que, al irme de la habitación casi una hora después, he bajado por él, para acompañar a mi madre y a sus rodillas en estado pre-operación. No, no tiene mucha lógica eso de subir andando y bajar por el ascensor, pero así van las cosas por aquí últimamente.
Nada interesante, es cierto; pero es que hoy ocurre algo extraño; en un principio no tengo nada que valga la pena explicar, nada que me llame demasiado la atención, o que no sean chorradas que tal vez no importen a nadie, pero a la vez tengo ganas de escribir. Un verdadero dilema. O una somera tontería. Serán tantos días de fumata blanca-fumata negra y Papa por aquí, y Papa por allá. O tal vez los pisos de trenta metros cuadrados que nos quieren vender como vivienda digna (¡venga ya! Claro que es posible vivir en trenta metros cuadrados, pero me gustaría ver la casa de la ministra de la vivienda, y que luego volviera a ilustrarnos con su opinión). O tal vez las elecciones de Euskadi... Ay, no sé, pero mucho me temo que en Irak sigue muriendo gente inocente y ya poco se sabe. Y mejor no hablar de África... es tan grande la hipocresía del mundo de las noticias... ¿Y a mí que me importa que Ronaldo haya llegado diez minutos tarde al entrenamiento, por decir algo? ¿Y por qué tengo que soportar al Zaplana ése (mirad-mi-moreno-de-bote-jeje-soy-pijo-porque yo lo valgo) repartiendo veneno a diestro y siniestro? Es que no lo soporto, ni mi curiosidad puede ya con él. ¿Alguien se ha fijado en que dice 'Zapatero' con la misma entonación que lo hacía Aznar? Y ahora que me acuerdo... es curioso el tema de los apellidos de los presidentes del gobierno español: Suárez, González, Aznar y Zapatero... todos con zeta, y algunos hasta la doblan; significará algo, seguro, no puede ser una coincidencia, ¿no?
Bueno, el nivel de tonterías por decir sigue subiendo, por lo que lo dejaré aquí. ¡Ay, no, que se me olvidaba! Otra cosa curiosa: en el episodio de hoy de Al Filo de la Ley ha salido la palabra Mordor en una viga de un piso en construcción, y uno de los casos se trataba de un chaval suicida conocido como Frodo por los chat de internet, que tenía como amigo a un tal Legolas... O los guionistas son unos frikis, o son de aquellos que quieren demonizar los chats y de paso El Señor de los Anillos. Veremos...

15.4.05

Histeria 'in itinere'

Esto es cada vez peor. Parezco el pobre personaje de "Atrapado en el tiempo", castigada a revivir cada mañana la misma pesadilla. Hasta ahora controlaba la desesperación con grandes dosis de resignada paciencia, pero ayer la paciencia se agotó de repente, y hoy ya no me queda nada. Y es muy triste tener que ponerse histérica desde hoy hasta quién sabe cuándo a las 8 de la mañana, día tras día, con la salvedad de los fines de semana.

Mis mañanas son un "quiero y no puedo" desde que tengo memoria de adulta (a veeeer, es un decir... para que nos entendamos... xDDD). La idealizada Berúthiel se despierta a las 6,50 h. cada mañana, para el despertador y a continuación se levanta para empezar con tiempo y buen pie el nuevo día. Nada más lejos de la realidad. Berúthiel se levanta casi siempre después del tercer intento. Ni se atreve a mirar la hora, tan solo va como una sonámbula al lavabo, se viste y desayuna frugalmente (cuando puede...). Lo importante es hacer el bocata entre noticia y noticia del telediario matinal, mientras comprueba que esas noticias son exactamente las mismas de la noche anterior, palabra por palabra. Luego -o antes- la puerta se abre para dejar paso al padre, seguido por la gata. Fastidio. A Berúthiel le irrita tener que compartir la mañana de día laborable con alguien. Le gusta el silencio del nuevo día y la soledad de la cocina iluminada por el primer sol. Intentando que no se le note demasiado el malestar vuelve a la habitación, se pone el calzado, tira las sábanas hacia arriba y se va pitando. Empieza la acción.

Justo al arrancar el coche viene otra escena común. Al mirar el reloj me doy cuenta de que ¡es demasiado tarde! Imposible llegar a la hora al trabajo, y no es culpa de que el tiempo pase condendamente más deprisa por la mañana. Es, sencillamente, porque tendría que haberme levantado al primer intento. Mañana lo haré, de verdad. Salgo de Sallent y enfilo la C16 con doble carril. Inevitablemente tengo que acelerar más de lo que mi bolsillo querría, y justo cuando se acaba la autovía empieza la mala leche. El típico camión, justo donde ya no puedo adelantarlo. Primer embudo. Normalmente vuelvo a coger el buen ritmo pronto, justo para pasar por delante del parque de bomberos de Manresa y encontrarme con el segundo y Gran Embudo. De repente confluyen 3 carreteras en un solo carril, dirección Barcelona. Se ve de lejos. Es horrible. Y yo, claro está, tengo que cambiar de carril, por lo que soy buena conductora y me incorporo tan pronto como puedo. Podría adelantar trecho por la derecha, pero aún no sale de mí el ser tan fresca. Unos 10 minutos perdidos en un trecho de 2 minutos. El asunto sería molesto pero no agobiante si todo quedara ahí. Pero no. Queda el tercer embudo fantasma. Hago la curva del Piccadilly, adelantando a algún camión, como de costumbre, cuando veo ante mí las luces de freno y los cuatro intermitentes. ¡Nooooo! Y desde allí hasta llegar a Castellgalí donde, curiosamente, todos pasamos la señal de 50 km/hora a más de 80. Cada día, cada día, cada día la misma historia.

Bien, pues ayer hice el primer experimento: justo antes del primer embudo cogí la autopista y la dejé en Sant Fruitós de Bages. Primer error: en ese pueblo hay 3 semáforos sin posibilidad de atajo. Paso por delante de los bomberos y sin pensarlo evito el segundo embudo entrando en Manresa. La teoría de desviarme a la derecha en la primera intersección y avanzar alegremente libre de semáforos hasta dejar la ciudad por la Balconada se ve frustrada cuando la maldita calle de la derecha esta cortada por obras. Desvío, cruces, más semáforos... al llegar al trabajo sé que ha sido una equivocación, pero valía la pena intentarlo.

Esta mañana ideé el segundo experimento mientras abandonaba Sallent. Volver a entrar en Manresa, pero por la C25, pillar la avenida del Congost (sin molestas lucecitas rojas), la vieja carretera de Calaf y llegar derechita al inevitable tercer embudo. El asunto empieza a torcerse cuadno la primera salida de la vía rápida está colapsada. Me desvió un poco más allá por Sant Joan de Vilatorrada y listos. Pues va a ser que no. El único semáforo que pillo tarda una eternidad en darme esperanzas. Dejo atrás la Lemmerz y la Pirelli y... ¡Horror! La avenida del Congost está cortada por obras y tengo que volver atrás. ¡Arghhhh! Sufriendo mi primer amago de histeria cojo de nuevo la carretera, me desvío en Manresa, pillo todos los semáforos en rojo, como tiene que ser, vuelvo a coger la maldita carretera de siempre y me detengo para solidarizarme con el resto de pringados. Los cuatro intermitentes del Arosilla se han convertido en una señal de peligro.

Mi única solución es cambiar de emisora de radio para no tener que escuchar, encima, como el helicóptero del Racc sobrevuela los atascos de Barcelona. Como siempre, ellos son el ombligo del mundo... Y yo quiero gritar desde mi coche, porque la única solución es, como ya sé desde que empezó el problema matinal, levantarme al primer intento. Tan sencillo y tan extremadamente difícil.

Pd.: ¡Ah! Parece que Sete Gibernau no es tan pupitas... retiro lo dicho y espero con ansia Estoril.

11.4.05

¡Empieza el Mundial!

Hoy el motociclismo estaba en Jerez... y cómo se lo habrán pasado los que hayan estado allí. Esta vez yo estaba un poco floja, y aunque sabía que el mundial empezaba hoy lo he dejado un pelín a un lado.Me he alegrado al ver a Pedrosa ahí arriba, en 250 (ese chaval se merece un monumento), y de Moto GP sólo he pillado el rozamiento entre Rossi y Gibernau... bufff... la polémica promete.

Estaba charlando con Kano por el messenger antes de que empezara la última carrera, y se me ha ocurrido preguntarle: ¿Rossi o Gibernau? Él se ha quedado en suspenso y me ha dado una respuesta diplomática... cuando yo empezaba a darme cuenta que, este año, tampoco tengo una respuesta segura a eso. Tiendo a animar a los pilotos españoles por defecto, y a los catalanes por cariño, pero este Sete... hum... no sé, no me acaba de convencer. A veces parece, cogiendo la palabra prestada, un chulopiscinas... Y bueno, después del encontronazo que han tenido hoy, además de eso parece el típico llorica. Ahí, en el podio, con cara de víctima, cogiéndose el hombro con gesto más que dolorido, ofendido... Y luego en las declaraciones posteriores, en referencia a la siguiente carrera diciendo algo así como: En Estoril haremos lo posible, dependiendo de cómo tenga el hombro... Rossi parece más temerario, o rudo, y la maniobra que ha hecho puede ser interpretada como: "o te gano o nos caemos los dos", pero si Gibernau no hubiera dado luego esas pataletas en plan víctima yo no estaría criticándolo aquí, sinó apoyándolo...

Bueno, queda mucho para Montmeló, pero todavía me veo allí, asándome en las gradas, y animando a Pedrosa, a Checa y a Gibernau como una posesa, después de todo... ¡Ay, Rossi, Rossi!

9.4.05

Hasta el 2036...

Eso escuché el miércoles pasado de los labios del notario. Justo hace 3 días me dieron por fin las llaves del que pronto será mi hogar, pero también contraje una GRAN deuda que no se saldará hasta la primavera del 2036, a no ser que me toque la lotería.
Pues sí, allí estaba el notario, en su atestado despacho de grandes ventanales (no sé, me esperaba algo más serio, no tan informal). Un hombre que casi no se dignó a mirarme a la cara, que demostró una complicidad disgustante con el representante de La Caixa y el constructor, mientras que allí estaba yo, apoyada por mi hermano-avalador, escuchando jocosos comentarios que sólo entendían ellos y presenciando sus miradas cómplices. Por una vez me consideré conservadora, prefiriendo un poco más de seriedad y no tanta distensión entre los tres espabilados que se iban a llevar gran parte de mi salario desde ese momento hasta la nombrada fecha.
Bien, el Señor Notario cogió el borrador de la escritura (¡en catalán! una sorpresa...) y fue leyendo los puntos que creyó más oportunos, siendo corregido por los presentes, y tecleando los datos con ese arte "de los dos dedos" de los que no se han dignado a aprender mecanografía. Luego nos tocó firmar la escritura de compra-venta, la subrogación de hipoteca y la segunda hipoteca por la que necesitaba un avalador... bufff, demasiadas cosas para una sola mañana. Y luego vino el papeleo en la oficina de La Caixa, venga a firmar, que si ahora una propuesta de seguro para el piso, que si ahora un seguro de vida... ¡hasta tengo que hacerme una revisión médica! ¡Jajaja! Bueno, yo lo cojo por el lado positivo (nunca está de más eso de mirarse la salud...) pero era para reír, o para llorar.

Hoy es sábado. Me he levantado una hora más tarde de lo que inocentemente pretendía al irme a dormir (como todos los fines de semana), he ordenado el caos de mi actual habitación y he ido a donar sangre, que por lo que parece hace mucha falta por estos lares. Ahora toca recuperar fuerzas con la comida. Y luego... nunca hubiera dicho que iba a tener tantas ganas de limpiar. Pero es que estamos hablando de los 58 metros cuadrados que estaré pagando durante 30 laaaargos años. Barrer, limpiar, fregar, pintar... si los 400 gr. de sangre que me han quitado hoy no lo impiden, va a ser tarde de fregoteo. Y yo más feliz que unas pascuas.

3.4.05

Mereth faer alagh

Hoy me propongo a escribir sobre algo que empezó hace más de una semana. La Mereth faer alagh (o Fiesta del Espíritu Impetuoso) se inició oficialmente el jueves 24 de marzo, pero se gestó mucho antes por Sorsha y Mithrand, que son unos artistazos en unir a treintaypico personas durante más de cuatro días, tenerlos ocupados durante todo ese tiempo con diversas actividades, y crear un clima inigualable de amistad y cachondeo, bajo el manto de la Tierra Media y Fantasía.

Esta mereth de semana santa tendría que haberse celebrado en el castillo de San Servando en Toledo, y así estuvo todo programado hasta que fue evidente que ese albergue nos estaba dando largas y que no era suficiente con una ubicación maravillosa para organizar una mereth "sin problemas". Con el tiempo justo se empezaron a buscar nuevas ubicaciones por la zona central de España, pues viene siendo común que nos juntemos personas de Andalucía, Madrid, Castilla, Asturias, Galicia y Catalunya. El Albergue de Talavera se convirtió en la mejor opción, y allí nos reencontramos viejos amigos y descubrimos a nuevos tolkiendilis, ansiosos por olvidarse por un tiempo de las preocupaciones diarias y disfrutar al 100 % de la compañía mutua. Así fue como ocurrió. Durante esos días fui más Berúthiel que nunca, y aunque tuve algunos ratos de bajón (aún no sé porqué, pero tendremos que dejarlo ahí) de repente me encontré la mañana del lunes 28 en el asiento delantero del coche de Elf-moon, llorando al ver como dejábamos atrás a los últimos merethianos hasta el próximo reencuentro.

Ya ha pasado un tiempo de eso, las preocupaciones y la falta de tiempo han regresado como pájaros de mal agüero, y yo sigo aquí, recordando los buenos momentos, las charlas, las risas, la falta de sueño, los cantos y la música... Imposible no hacer una crónica, ¿verdad? Pues aquí está:
'El frente barcelonés empezó la expedición merethiana cenando en un chino de Sant Feliu el miércoles 23. Asfaloth (o sea, el Peugeot 206 de Elf-moon) y Sombragrís (vamos, el Ford Focus de Sorsha) estaban cargados hasta los topes, mientras el pobre Arodsilla los observaba con una mezcla de alivio y envidia, pues en esta ocasión se iba a perder la excursión a tierras castellanas. Durante la cena fuimos cargando las pilas hassta ponernos en marcha y cubrir la primera fase del viaje, sin ninguna incidencia a mencionar hasta nuestra llegada a Santes Creus. La idea era dormir algo más que de costumbre antes de iniciar la marcha en la madrugada, pero la inevitable cola para el lavabo y la repartición de las camas nos llevó al borde de la medianoche. Borde que se traspasó cuando Sasskya dijo inocentemente: uys, creo que esto que hay entre mis sábanas es una araña muerta. La palabra prohibida. Yo, que estaba metida en la cama, empecé a notar miles de patitas delicadas recorriendo mi ropa, por lo que bajé los decibelios de mi grito tanto como pude, me levanté de un salto e inspeccioné las mantas al milímetro antes de apagar la luz, momento en que ya no tenía nada de sueño.
El horrible sonido del despertador nos golpeó a las 2,50 de la mañana, y entonces fuimos conscientes del frío que hacía y del sueño que teníamos. Nos tomamos la medicación oportuna (kilos de café y litros de chocolate), algunos nos pusimos el verde traje de guerra (o sea, la magnífica camiseta oficial de la mereth, ¿he dicho que es preciosa?) y abandonamos al fin el punto de partida. Había llovido. Era negra noche. El silencio imperaba, pero tanto Sombragrís como Asfaloth nos esperaban con impaciencia. Drixita y Sasskya se santiguaron al ver la especie de zulo en que se había convertido la parte de atrás del coche, y empezamos la marcha al son de Chemical Brothers mientras dos zapatillas perrunas nos sonreían desde el maletero del Ford Focus. ¡Talavera, allá vamos!
La Ap-2, por suerte, estaba desierta a aquellas horas de la noche. Hubo algún coche o camión ocasional, y también algún espejismo raro que pasó de carraca-sin-carné a camión, a coche y finalmente a furgoneta. Llovió. Hizo niebla. Bono cantó 'with or without you' con los coros de rigor, entre otras canciones. Volvió a llover mientras la niebla se hacía más densa. Se cruzaron llamadas a móvil a falta de los dichosos walkie-talkie. Nos pasamos la estupenda estación Rausan de Alfajarín (repleta de camiones pero, oye, que no la vimos a tiempo...) y al final nos detuvimos cuando empezaba a despuntar el día. Hubo ración de bocadillo sin tomate en el pan, 'coca-sin-chocolate' por gentileza de Sasskya y más litros de maravilloso café (¿He dicho lo bien que sabe el café a primerísima hora de la mañana, cuando sabes que te quedan unas 5 horas de carretera por delante, sin hablar de la tela de araña que es Madrid y sus rondas?). Al volver a ponernos en marcha la carretera ya estaba más cargadita, y Asfaloth tomó la delantera a ritmo del 'chamma-chamma' de Moulin Rouge. Llegados a ese punto nos encontramos los puertos de montaña, los molinos de viento, la divergencia de velocidad entre un gasoil y un gasolina pura raza y la desierta entrada de la R-2 antes de llegar a Guadalajara. ¡Autopista de pago, en Madrid! Ni que decir tiene que había muy pocos coches, por lo que el camino se aceleró un poco más, como si supiéramos lo que nos esperaba al abandonar la R-5. ¡Qué retención, por Eru! Mientras nuestro madrugón había pretendido romper la mala fama de los que siempre llegan los últimos, los 3 carriles llenos a rebosar de la A-5 nos demostraron cuán cierta es la ley de Túrin.
Avanzando a paso de tortuga entre novísimos BMW y antiguos mini supimos que Isil y Meliam estaban a punto de llegar a Talavera, y que los cuatro sevillanos habían llegado a la estación de tren, a la vez que las ocupantes de Asfaloth tuvimos una hilarante conversación vía sms con Eewak y MacFox llena de mentirijillas y buen rollete... Segovia... ¡ja!... Rueda pinchada... ¡jaja! Entre bromas, música y más dulces con chocolate nos encontramos con la salida hacia Talavera de la Reina-Cervera de los Montes. ¡Alegría! Aún no era mediodía, llevávamos tan sólo unas siete horas en la carretera y ¡no había ni rastro de Hornachuelos ni nada parecido! Fue dulce el momento en que vimos la palabra 'albergue', y más dulce aún la experiencia de aparcar el coche sin haberse perdido en todo el camino.
Después nos encontramos con Inanna, Panjin y Laurana Majere, que habían llegado hacía rato. El gafado Túrin continuaba dejando su rastro, pero en la próxima mereth llegaremos los primeros, ¡palabra de hobbit!
'Aquella noche no oyeron ruidos. Pero en sueños o fuera de los sueños, no hubiera podido decirlo, Frodo oyó un canto dulce que le rondaba la mente: una canción que parecía venir como una luz pálida del otro lado de una cortina de lluvia gris y que creciendo cambiaba el velo en cristal y plata, hasta que al fin el velo se abrió y un país lejano y verde apareció ante él a la luz de un rápido amanecer' Las Quebradas de los Túmulos, La Comunidad del Anillo, JRR Tolkien