18.8.07

En el ecuador de las vacaciones

Pues sí, aquí estamos, a decir verdad pasado el ecuador de las vacaciones del 2007. Y no me puedo quejar, que ya es bastante teniendo en cuenta cómo están transcurriendo.

La primera semana logré levantarme temprano (todo un éxito) y hacer limpieza... digamos... general. El piso no es muy grande, cierto, y sólo dediqué las mañanas, cierto también, así que aún me falta por limpiar el lavabo a fondo y la ventana de mi habitación. Mucho me temo que las dos habitaciones acabarán el verano igual que están ahora y en realidad eso no me preocupa en demasía. También fui dos días a pasear con mi padre a las 8,30 h. de la mañana, y fue una experiencia gratificante. Tendría que haber hecho eso todas las mañanas, pero soy inconstante, qué se le va a hacer, y... ¡son las vacaciones, por favor! Ya que no hay viajes súper-interesantes (hasta ahora, ¿eh?), noches de juerga súper-divertidas o mereths (cómo las hecho de menos), pues al menos habrá que olvidarse de las rutinas.

Hace unos días llegaron los primos de Madrid y Cáceres, y tuvimos unos muy postergados días de reuniones familiares. Para mí tienen un ligero regusto amargo, pues me di cuenta de la importancia de estos encuentros con la familia paterna a partir de la enfermedad y muerte de mi tía Antonia hace unos meses. Todavía duele acordarse de ella; más que dolor es incomodidad y vergüenza por aquello que no se hizo en el pasado y que no tiene remedio. Pero me prometí a mi misma y a mis primos que, al menos por mi parte, eso iba a cambiar. Todavía no he ido a Madrid para ver a mis primos (siete primos más que tengo en la capital, y sus parejas, y sus hijos... todo un arsenal de familiares), pero eso se remediará pronto. Va por tu cara amable, tita, por el cariño que prodigabas siempre, por tu voz particular e inolvidable, tu cháchara, tu piel pálida y tus ojeras. Nunca debería ser tarde para reencontrarse con la familia, si lo único que se interpone es la distancia "relativa" y el monstruo de la rutina.

Fue el martes cuando abandoné la comarca por unas horas e hicimos una pequeña excursión a Barcelona. Digo pequeña porque vimos bien poca cosa, pero es que fuimos once adultos, una adolescente, cuatro niños de tres a once años, y dos bebés. Resumiendo: todo un espectáculo en el metro. Lástima del bochorno, y lástima también el haber regresado de nuevo sin ver Santa Maria del Mar, pero lo peor fue volver con el terrible dolor de cabeza que me fastidió parte de la tarde, el resto de la noche y la mañana del día siguiente.

Y cómo los acontecimientos siempre tienen que pasar a la vez, el viernes pasado tuvo que nacer Alicia, la hija de Sonia y Jandro. No la pude ir a ver hasta hace un par de días (no era cuestión de ir resfriada), y aparte de decir que es preciosa y que me alegro por los tres, me hace especial emoción su nacimiento, al ser el primer retoño de una pareja de amigos. Y cierto reloj vuelve a hacer tic-tac, tic-tac, tic-tac...

Al nombrar a Jandro me viene a la cabeza mi último descubrimiento cinemátográfico y literario, y vale la pena mencionarlo. Como buen friki, la última ocasión en que nos vimos me dejó el Dvd de Los Hijos de Dune, que devoré en una tarde-noche de domigo. Me gustó bastante, sigue la línea de la mini-serie de Dune, y la historia merece la pena. Ahora bien, tengo que reconocer que descubrí al James McAvoy que daba vida a Leto II y he perseguido su rastro por internet estos días. A mi parecer es un gran actor, muy carismático y expresivo y, además, porqué no decirlo: es de lo más atractivo que se ha dejado ver últimamente. Amos, que está buenísimo... Total, mirando y remirando por la red descubrí varias cosas relacionadas con su trabajo actoral:

a) ¡Era el Sr.Tumnus de Crónicas de Narnia! Me entusiasmó su interpretación del fauno, tan dulce y expresiva; buen comienzo, sí señor.

b) En cuanto salga en dvd El Último Rey de Escocia iré derechita al videoclub. Aprecio a Forest Whitaker, en serio, pero descubrir al co-protagonista de esa película me ha convencido para verla sin más dilación.

c) "Becoming Jane" puede no ser un peliculón pero por su ambientación y romanticismo ahora sé que tampoco se me va a escapar, cuando sea que la estrenen por estos lares...

d) Hablando del cine que viene, apuesto por una película: Atonement (Expiación). Supe de ella hace algún tiempo, al buscar en qué estaba enfrascado Joe Wright, el director de Orgullo y Prejuicio, pero ahora sé que no puedo perdérmela. Parece ser de aquellas películas basadas en una época anterior en plan melodramático que mezclan el amor trágico, la segunda guerra mundial y el suspense de manera espectacular. O sino, a mirar el trailer y a juzgar: http://www.atonementthemovie.co.uk/ . Con ese elenco (el susodicho McAvoy, Keira Knightley -para algunos eso es bueno, para otros el mala señal; a mí me parece bien-, Brenda Blethyn y Vanessa Redgrave) la hermosa música (de nuevo) de Dario Mariannelli y la presencia de cierto actor (la carne es débil) parece que tendrá el éxito asegurado. Ainsss, es que cuando una se pone romanticona no tengo remedio...


Como el punto "b" es inasequible hasta septiembre y el "d" hasta (creo) enero, me fui a la fuente de Atonement y busqué el libro en que se basa. Su autor es Ian McEwan, y su publicación en el 2001 tuvo muy buenas críticas. Resumiendo: ayer fui al Abacus, y hoy ya voy por la página 174 de la edición de bolsillo. Por ahora me gusta cómo se desgrana la historia, cómo se analiza todo lo que sucede aunque parezca que no ocurran muchas cosas y la sensación de que un globo insano de pasiones y represiones está a punto de reventar.

Lo siento por mis postergadas lecturas (New York's Trilogy y el final de La Catedral del Mar), películas y caminatas pendientes. Por ahora descubriré página tras página con curiosidad y temor las tribulaciones de Cecilia Tallis y Robbie Turner, y me enfrascaré en mi escritura, que va dando frutos, a un paso irregular, pero eso es mejor que nada, ¿verdad?

¡Aps! Y la semana que viene: ¡Granada! Mis cinco días de viaje y aventuras con Sandra y Montse (a la que aún no conozco) por tierras andaluzas.

Terminará siendo un buen verano, en serio...