24.8.08

Mañana: despertador a las 6,45 h.

Pues sí, todo llega. Como este post: tenía que llegar. Es 24 de agosto; mañana toca volver a la oficina. La vida es asín.
El asunto ha quedado finalmente en lo previsto, y aparte de los mini-paseos matutinos, los desayunos tranquilos, las abdominales de la muette, las siestas terribles de casi dos horas (lo dicho, terribles) y alguna que otra salida, el plato fuerte fue la fantasymereth de Pontons. Se me hizo especialmente corta, pero el lugar fue ideal, hizo buen tiempo y la comida era comestible. ¡Aps! Y la compañía, lo mejor: estar rodeada de 29 locos más (pero de buena pasta, ¿eh? vamos, excepto algunos :p) renueva y revitaliza cuerpo y mente.
He visto películas, sí, algunas mucho mejores que otras. Sin duda me quedo con El Caballero Oscuro de Nolan, aunque me dejó un nosequé en el cuerpo que pide un segundo pase, a ser posible en V.O. Eso antes de que llegue en Dvd y me la compre (que eso es seguro). Eso sí, el descubrimiento del verano ha sido la serie Roma... algo fuera de lo común en Tv, y que estoy disfrutando en casa gracias a Elf-moon. Vista la primera temporada debo decir que la Hbo ha creado una pieza del séptimo arte antes que una simple serie de Tv. Esta cadena promete, a ver qué harán con CdHyF... Justo acabo de empezar la segunda temporada, y ahora toca hacer el esfuerzo supremo y verla en inglés para disfrutarla al 100%. Ya veremos qué pasa.
Ayer tuve sesión de cine en casa; no había ninguna pretensión, por lo que acabamos viendo Una Noche en la Ópera. Ya que la tengo... Fue el desquite por ver Mamma Mia!, supongo, y la verdad es que Groucho y cía. eran ocurrentes y originales a más no poder (sobretodo en su época). Acabé agenciándome El Pacto de los Lobos, así que un día de estos la volveré a ver, que ya hace tiempo que tengo ganas.
Lo que sí que ha fallado estos días de vagancia total ha sido la lectura. Sí, me avergüenzo, pero he sido incapaz de coger un libro. Como suele ocurrirme a finales de las vacaciones, me han venido ahora las ganas de hacer cosas, por lo que el viernes fue a la biblioteca y cogí dos libros (para empezar bien). Por ahora empiezo con La Pell Freda de Albert Sanchez Piñol y a ver qué tal irá... Hacía demasiado que no cogía un libro en catalán; ya tocaba. Como segunda opción ha caído Señores del Olimpo de Javier Negrete. Desde peque me entusiasma la mitología griega, y como también he oído buenas cosas del escritor, habrá que intentarlo. A ver si vuelvo a enfrascarme con la lectura, que por desgracia se ha quedado muy anquilosada.
Una nueva fase ha empezado: la post-vacacional del 2008. Eso siempre es bueno, y más para alguien que disfruta con el otoño. A pesar del mal fario que tuve el viernes con una avería del arosilla (los 262.000 km. tenían que afectar al embrague un día u otro... a ver por cuánto me saldrá la broma) hoy se me han abierto tres posibilidades, tres cursos, a cada cual mejor:
1) Iniciación a la fotografía. Tengo mucha curiosidad y el curso promete, pero es en Barcelona y aún no sé nada del tema monetario. Muy bonito, pero creo que buscaré algo más cerca.
2) Introducción a la cultura y la lengua árabe. Sip; tengo mucha curiosidad. Cuando vi el monográfico en la escuela oficial de idiomas tuve una iluminación. Aunque, de nuevo, tendré que esperar a ver si bajan el precio de la matrícula, porque no me veo yendo al gerente y diciéndole si le interesa pagarme ese curso... no, no me veo.
3) Máster de Historia del Cine en 50 películas. ¡Toma ya! Eso sí que es un capricho y lo demás es un cuento. Lo imparte Gorina en EstudiodeCine (sí, otra vez en Barcelona). Es de noviembre a febrero, y tiene el handicap de que es de 7 a 10, por lo que tendría que cambiar el horario 2 días a la semana en el trabajo para poder llegar a tiempo (vamos, salir una hora antes). ¡Arghhh! Y eso sin saber nada aún del precio... qué tentación, por favor...
Así estamos. Sin nada de sueño. Escuchando La Parábola del Tonto, de LoL, esperando el crescendo de esa maravilla de canción... Saboreando aún los buenos momentos de estas tres semanas y recordando lo que me ha quedado pendiente por hacer. De buen humor.

9.8.08

Viendo a Wall-e en Barcelona

Las campanadas de la iglesia acaban de dar las tres de la madrugada mientras estoy aquí, eliminando la cafeína de la última coca-cola del día. He llegado hace casi una hora de Barcelona, tras una pequeña excursión infructuosa excepto por una visita largamente esperada, un paseo que no sé si recordar como algo interesante o directamente tacharlo de tortura para mis piernas con agujetas y cierta película que nos recuerda el motivo por el que el cine es llamado el séptimo arte.




La cucaracha no, el otro, es Wall-e, la última criatura de Pixar, o el robot más tierno del mundo mundial. Y es que comienza siendo el único robot de la Tierra en un futuro que nos aterroriza pero que no es tan descabellado, y acaba siendo el peluche que querrías estrujar. O tan sólo darle un apretón de manos... Una muy buena película que se sostiene con un robot protagonista bajito, una cucaracha y Eva, la recién llegada que revolucionará "la vida" en la Tierra y más allá. Sin apenas diálogos (es lo menos importante), ¡cómo consigue atrapar nuestra atención! Con la ayuda de unos gráficos que sustituyen las escenas reales como por arte de magia. Hay que verla en el cine, ¡y tanto!
Antes, sin embargo, he dado un paseo por Barcelona. La excusa era cumplir como mínimo una de mis tres necesidades consumistas básicas: comprar o unos zapatos, o un bolso o un perfume, o las tres cosas. No encontré el tipo de zapato que buscaba (normaaaal, a estas alturas de las rebajas y con un 41 a cuestas, no sé que esperaba), los bolsos dejaron de ser importantes a medida que mis pies se cocían y el perfume... Bueno, en este asunto he progresado: ha ganado puntos un perfume de Estee Lauder y aún sigue en la brecha la última novedad de Moschino en agua de colonia. Pero de compras, nada.
Lo que sí he conseguido es entrar en la iglesia de Santa Maria del Mar, algo que deseaba hacer tiempo ha y que no conseguía. Una espinita menos. Es hermosa, sencilla pero hermosa. Se nota que sus piedras guardan siglos de Historia. Ahora sólo falta poder escuchar algún concierto dentro y entonces será el no va más.



Eso sí, la broma no ha salido barata, no. Si contamos unos 4 € de gas-oil (siendo muy optimista), 3,40 € de la autopista C16 (35 km de curvas), 2,60 € del metro, 11,20 € de la cena (una hamburguesa de pollo con papas y pepsi), 7,20 € del cine (diagonal mar) y 3 € y algo de la malnacida coca-cola que me he tomado para hacer el viaje de vuelta tranquila, ahí tienen la nada despreciable suma de 31,40 €. ¡Ay, no! se me olvidaban los 5 € del parking. Diremos que ha valido la pena y obviaremos el asunto monetario. Al fin y al cabo, estas son mis vacaciones, ¿no?