24.1.08

Un catastrófico domingo astromántico de octubre...

...junto a Marlene, escuchando la música del ascensor e ideando maniobras de escapismo.
Este es el resultado de escuchar el penúltimo disco de Love of Lesbian, mi descubrimiento musical del viernes pasado. Tuvo que ser en El Sielu, durante el retorno a mis viejas noches de sábado. Un retorno un pelín descolocado (todo hay que decirlo): le tengo que agradecer a mi marchoso hermano mayor el haber ido al concierto y así descubrir a este grupo barcelonés que ya lleva varios años haciendo música, pero eché de menos caras conocidas y oídos familiares a los que gritar tonterías al ritmo de batería y guitarras en directo.
Pues sí, el título de este post viene a cuento; el domingo pasado (y por ende todo el findesemana) fue así como catastrófico. El sábado tocó quedarse a dormir en el hospital para hacer compañía a la mamá, recién operada de prótesis de rodilla. Y mira que había un plan B muy atractivo rechazado por un plan A anterior, pero ni A ni B: tuve que conformarme con acompañar a la convaleciente y escuchar al Gorina vía auricular desde la Finestra Indiscreta despotricar de mis queridas películas aún no vistas y a su ejército de pajarillos peloteros. ¿Destilo mucha amargura? No es mi intención, en serio; escribo como me sale, sin ninguna intención previa. O sea, vomito palabras. Continuemos:
Y una sonámbula Berúthiel condujo hasta su nidito solitario, desayunó con avidez pre-menstruótica "algo que tuviera chocolate, lo que fuera" y se metió en la cama a las nueve y media de la mañana de domingo. Resultado: tarde de domingo tumbada en el sofá con estómago revuelto y cabeza migrañosa. Pues sí, el lunes me recibió de nuevo en la comodísima butaca de acompañante del hospital, recuperándome de ese asqueroso malestar general que a veces me toca un poco los ovarios. Cuando al fin me dormí reconozco que caí en un sueño profundo y reparador (la mami se tuvo que conformar con oir mi respiración profunda si se despertó en algún momento de la noche esperando escuchar mi voz dulce solícita...). Volví a meterme en esa cama que no hago a consciencia desde hace ya demasiados días pero a la que tanto cariño le tengo y llegué a la oficina 3 horas más tarde de lo normal. Eso sí, aún dentro de mi derecho a 16 horas laborables de permiso por operación de un familiar directo. Las últimas 3 horas, qué penita...
Empecé el post con la voz de Santi Balmes vía Love of Lesbian, y acabo con la vida en dibujos animados de Mika, mis dos adquisiciones musicales de hoy. Y mira que dicen que no se puede ir a comprar por capricho, que hay que meditarlo antes, pero me lo merezco, ¡qué narices!
Pd.: en algún momento de los días previos quise haber escrito aquí sobre "Expiación", le film, pero me dejó bastante descolocada y opto por no decir nada aún y esperar a una segunda visualización para opinar. Eso sí, aún alucino en colores: la ganadora del Globo de Oro a mejor película es estrenada en el casposo cine Atlántida de Manresa, y no en Bages Centre, con el sonido, la pantalla y las butacas decentes. Y lo que es peor: ¡La mantienen en su segunda semana! Ains, no quiero ver lo que harán en esta tercera semana
Ppd.: de lo que sí tengo que escribir en el futuro es sobre esas dos parejas de ancianos (en el aspecto simpático y cariñoso de la palabra) que me encuentro cada mañana por la sinuosa "carretera de los huertos" mientras conduzco hacia el trabajo con resignación o con el ánimo de un nuevo día. Algún día tendré que pararme y decirles: ¡sois grandes!
Pppd.: Y sí, escribo bajo el influjo de la luna llena, soy consciente de ello.
Última Pd, lo juro: el título viene dado por los títulos de las canciones del álbum de LOL... tiene su gracia, de verdad...

2.1.08

Llueve

Cuando he salido de la oficina a las siete y algo más no me lo podía creer: ¡estaba lloviendo! ¡milaaaagro! El tiempo que hacía que la gente de alrededor echaba de menos la lluvia ya empezaba a ser preocupante, y de repente... ¡zas! Ni tormenta de cinco minutos ni xim-xim: una lluvia consistente que espero dure toda la noche.
Empezaba a ser muy necesario: ya las preocupantes imágenes de los pantanos invitaban a reflexionar y hasta desesperar, pero tan sólo hace falta pasear al aire libre lejos del asfalto para saborear el polvo de los caminos, la yerba gris no de invierno sino de sequía y algunos árboles que ya pierden fuelle... que siga, y por una vez me alegraré de que llueva toda una semana seguida si hace falta.
Aparte de esta buena noticia, este día caracterizado por "la vuelta al curro" ha ido bastante bien. Conseguir levantarse para callar el despertador del móvil situado estratégicamente en el comedor y no volver a la cama ha sido el primer mérito. Ese gran hito ha hecho posible llegar a una hora razonable al trabajo y poner a toda máquina a la calefacción de las oficinas: he hecho el paseo de rigor por todos los despachos para que el resto de personal no se encuentre los 12 ºC que me han recibido a mí al abrir la puerta de mi tercera residencia. ¡12,5 ºC! Después de una hora la temperatura subió un grado escaso, y después de eso nada ha podido quitarme el frío del cuerpo; habrá que arreglarlo con una ducha con agua calentita... ¡Y no digo nada del momento lavabo-pipí! Ains, que desespero... qué helada la taza del váter... qué injusticia...
El asunto es que este es un miércoles raro, no? Tendré que cenar (¡qué jambre!), ver un poquitín la tele y hacer algo de inglés (¡DESESPERACIÓN! I hate English... sometimes...), que ya se está alargando mi visita a la red de redes. Y mañana será otro día, ¿verdad?
Recordando a Tomeu Penya i sus canciones: 'Plou, i a fora bufa es vent, que me fa sentir petit, com un granet d'arena... Estic dins el llit, estic ben caleeent, avui ja no em mouré d'aquí... mmmmhhhhh !!!'

1.1.08

New Year's Day

'All is quiet
on New Year's Day...'


U2 y sus canciones oportunas a veces vienen al pelo, ¿verdad? Así que aprovecho la ocasión para decir lo siguiente:


¡ FELIZ 2.008 !
Ahí queda dicho. Es 1 de enero de 2008 y empiezo a tener un sueño demoledor. Anoche nos juntamos los amigotes y la peque en casa de Sandra, cenamos bastante bien, nos reímos con Polònia y casi nos atragantamos con las UVAS (se insiste con el temita, pero visto desde la distancia se recuerda con cariño el momento "campanadas"). Una traidora tuvo un acceso de risa, pero creo que todos cumplimos con la costumbre y empezamos el año nuevo de la mejor manera posible: con los dedos empapados de zumo de uva, brindando con cava y felicitándonos los unos a los otros.
Luego llegó la charla, la Tv y sus cosillas infumables de Nochevieja, regalicos (¡por fin tengo a Geralt de Rivia!) y partidas varias con la Wii. Para ser una persona que habrá disfrutado de los videojuegos muuuuy escasas veces es curioso que acabe la noche de findeaño así, pero lo interesante es estar junto a los amigos, chincharles un poco e intentar ganar a cierta persona al Trivial infructuosamente. A las 7,30 h. de la mañana se acabó "la juerga" y dormí tres horitas en casa de la anfitriona. Otros años me fui directamente a casa, pero es una hora de camino, y tras casi 24 h. despierta mejor no empezar el año corriendo un riesgo tan tonto al volante.
Al fin y al cabo, pude disfrutar de algo que me encanta del día 1 de enero: "viajar" en la primera mañana del año (mañana soleada y hermosa, por cierto). Habían más coches de lo que hubiera querido pero igualmente disfruté del trayecto hasta Sallent. Al llegar al piso para coger algunas cosas he advertido que el vecino de arriba seguía disfrutando de la juerga con la música a todo trapo y con las ventanas abiertas (a juzgar por las voces que se sentían, tanto por la escalera como desde la fachada), así que suerte que no vine a dormir a casa. Lo dejé cantando y verborreando bajo el influjo de una larga borrachera (creo) y abandoné mi querido pisito por unas horas más (por cierto: ahora debe estar durmiendo la mona, porque no se escucha nada de nada). Luego ha habido la comilona familiar, el café, los dulces, la cháchara y la vuelta a casa, amenizado con el "sobrineo" de rigor, con el sueño incrementado a la máxima potencia.
El ambiente hogareño a resultado ser... pues eso, hogareño (¡gracias a quién sea!), después del tormentón que tuvimos ayer gracias a mis inoportunas hormonas y las tonterías de los papis; así que se ha empezado bastante bien el año. Supongo que acabaré de anotar algunos propósitos más de año nuevo en la mini-lista de la nevera (si alguien opina que es una cursilería, está en su derecho. Y si a mi me apetece tener esa lista en la nevera y recordarla cada día, pues también estoy en mi derecho, ¿no?).
Qué se le va a hacer: nuevo comienzo, nuevas expectativas, nuevo día 2 de enero terriiiible y pilas nuevas. ¡Que duren, por favor, que duren!
¡carpe diem! (a ver si se me mete en la cabeza ya de una vez!!!!)