25.1.05

Algo interesante... como el tiempo

'¡Elfos y dragones!, le digo yo. Coles y patatas son más útiles para mi y para ti. No te mezcles en los asuntos de tus superiores o te encontrarás en dificultades demasiado grandes para ti.' LA COMUNIDAD DEL ANILLO (JRR TOLKIEN)

No hay nada mejor que hablar del tiempo para entablar una conversación con desconocidos. Esta especie de diario es nuevo para mí, por lo que se trata de un desconocido, y hoy especialmente el tema meteorológico está deslumbrante, por lo que vale la pena hablar de él. Una ola de frío siberiano empieza a azotar la Península Ibérica de norte a sur: en el País Vasco la playa de la Concha ya empezaba a blanquear esta mañana, en las Islas Baleares recibían los insólitos copos de nieve hoy mismo y parece que anoche nevó en algunos barrios de Barcelona, al pie del Mar Mediterráneo. Yo vivo en el Pla de Bages, en el centro geográfico de Catalunya, al pie de los Pirineos. Y tengo que decir que en mi pueblo esta mañana a las 7,30 a.m. hacía un frío espeluznante. No creo que llegue a nevar por aquí (y no sé si eso me alegra o me entristece), pero puedo asegurar que no hace falta; está siendo uno de los días más invernales que recuerdo. El viento es gélido. Las hojas bailan al son del vendaval, y las ramas desnudas se inclinan a su merced. Su voz aúlla sin tregua. Empezaba a amanecer cuando he salido del núcleo urbano hacia la carretera y si hubiera podido me habría parado (lástima que siempre voy tarde al trabajo...): el cielo del oeste estaba completamente raso, con un azul profundo y nuevo en el que se perfilaba una perfecta luna llena, enorme, baja, brillante, como si acabara de salir de entre las colinas para ser admirada durante toda la noche. Ha sido magnífico; quien diga que el invierno es triste y feo es que no ha tenido la suerte de la que yo he disfrutado esta mañana. Ahora tengo un insidioso dolor de cabeza, seguramente provocado por el viento y el frío, y no quiero ni pensar en coger el coche de aquí a un rato y poner las manos en el volante helado, pero la verdad es que ha sido un día hermoso, de aquellos que vale la pena recordar y a los que casi nunca les damos la importancia que merecen.
Aparte de eso, en el marco social del día ha habido un tema que me ha parecido curioso. Creo que el sábado hubo una manifestación en Madrid en apoyo a las víctimas del terrorismo a la que asistió nuestro Ministro de Defensa (Sr. Bono... ¡qué horror! ¿Por qué tiene que ser ése su apellido? ¿Por qué cada vez que nombran a ese señor de mejillas sonrojadas, expresión castiza, pronunciación... digamos curiosa e ideas tan desafortunadas a veces, por qué cuando lo nombran tengo que acordarme siempre de mi idolatrado Bono de U2? ¿Por qué mi sentido del humor me juega tan malas pasadas?). Pues bien, parece que en esa manifestación hubo actos pro-violencia, en los que este señor ministro fue rodeado por masas no muy amigables y ¿hasta golpeado? por el asta de una bandera española. Triste, la verdad es que esa situación ha sido muy triste. Patética, porque no he podido evitar sentir vergüenza ajena al ver la expresión del Sr. Bono, aquella expresión contrariada de uno cuando sabe que está siendo observado y pasa de una situación de confianza a una de miedo. Vergüenza ajena por aquellos que son capaces de hacer pasar temor a una persona que participa en pro de una manifestación en teoría pacífica, como uno más (en las imágenes de Tv parece que no llevara ni escolta). ¿Cómo ha podido ocurrir algo así en un país en el que se pueden congregar millones de personas en manifestaciones capaces de cambiar el rumbo de unas elecciones generales? No es que este personaje que forma parte de un gobierno democrático tenga mis simpatías (he de decir que por ahora es un político decepcionante), pero se trata, primero, de una persona, y segundo, de un componente del gobierno español. Patético, la verdad...
Pd.: Eso sí, la moraleja está en que este señor, tan acérrimo defensor de la bandera española fue golpeado por el asta de una bandera española... Algo hará mal... o es que con tanto embrollo en sus discursos no se le acaba de entender...