21.11.06

Cansada de estar sentada...

Quién me iba a decir que esas palabras saldrían de mi a estas alturas del año... llevo desde el jueves pasado postrada sobre mis cuartos traseros, caminando lo mínimo, viviendo en casa de los papis y apoyando el pie izquierdo entre cojines... y no es por la gota, no...
¿Y cómo es eso? se preguntará quién lea estas líneas (si hay alguien al otro lado, dada mi "facilidad" para actualizar el blog). La respuesta es sencilla: el jueves a las 8,30 h. de la mañana me hice el segundo esguince en quince días. Como yo soy más chula que un ocho para según qué cosas, con el primer esguince me quité el vendaje al segundo día (porque, primero, no fue muy fuerte, y segundo, me lo habían apretado mucho y se me inflamaban los dedos de los pies) y seguí yendo al trabajo como quien no quiere la cosa. Y nada, después de dieciséis días me pongo los mismos puñeteros zapatos (¡en el armario están para el resto de invierno!) y los mismos calcetines (oye, que no es coña...), y encima sin tobillera y ¡hala! Una simple torcedura, un chasquido en la parte trasera del tobillo izquierdo y un daño...
Después estuve toooooda la mañana en urgencias (qué desastre de urgencias, por favor), que si patea medio hospital para ir a las urgencias de traumatología, que si espera casi dos horas aquí, te atienden en un minuto (no más, en serio: fue quitarme los zapatos, los calcetines, subirme a la camilla y casi ni me tocó el tobillo), vuelve a esperar en otra sala la radiografía, luego espera que te la den, luego vuelve a la primera sala y espera que te llamen... Y nada, para que luego vuelva a entrar, me digan que tengo un esguince y me empiecen a vendar el tobillo hasta justo debajo de la rodilla con algodón y vendaje compresivo digno de una pierna de michelín.
Desde entonces estoy en casa, leyendo Memorias de Idhún (¡los tres a la vez! bueno, Panteón es nuevo, Resistencia y Tríada los estoy releyendo para la ocasión) para hacer una "crítica" decentilla equivalente a mis conocimientos, y aprovechando el filón creativo que parece que he encontrado. ¡Quién me lo iba a decir (de nuevo)! Hace muuuuuucho tiempo empecé una historia, "Los Poderes de Mom", de la que hice varias versiones (todas sin acabar), dejándolo al final por imposible. Todo quedó relegado al fondo del cajón y a una carpeta de mi ordenador, pero de repente parece que "una idea me ha encontrado a mí" y estoy recuperando un poquito de aquí, otro poco de allá... vamos, que la cosa empieza a tener miga. El asunto es que no encuentro el término medio, y eso en una libra es preocupante: por una banda quiero dejar todos los hilos bastante claros y establecer lo básico del inicio, nudo y desenlace; y por otra sé que, al funcionar a base de inspiración, no puedo dejarlo todo a punto desde el principio, pues me estancaría y volvería a caer al mismo agujero que siempre... Sea como sea, esta vez acabaré la historia de Cían, Erhel, Talien y compañía, ¡palabra!
Aparte de Idhún y de Mom tendría que aprovechar y estudiar inglés; no lo he hecho y, seamos realistas, no lo haré. Por ahora he visto unos ocho episodios de Lost 2 en inglés y puede que pronto me vuelva a poner con A Feast for Crows de Martin, pues volví a pasarme por Asshai y la nostalgia por Poniente es también muy fuerte, amigos y amigas...
Y nada más, parece. Mañana intentaré ir a la doctora de cabecera a ver si quiere quitarme el vendaje y ver si he pasado de bola de tenis a bola de ping-pong y me da el alta. Estoy muy bien en casita, es cierto, así que si me dice que mejor siga de baja, pues como que seguiré de baja, para qué apresurar las cosas, como diría Bárbol...