Mereth Thynd Ioer

La Fiesta de las Raíces Profundas... una mereth con doble significado: equivale tanto a la quijotesca España profunda donde se celebró, como a esos lazos, ya anclados muy profundamente, que unen a todos los que vamos a las mereth (y a los que no fueron pero estuvieron a puntito también...). Aunque hay que reconocer que, desde el primer día, corría el rumor de otro nombre que se extendió como la pólvora, menos pomposo y mucho más coloquial: La Mereth del Copón.

En esta ocasión, el jueves 13 de abril nos levantamos a las 4,30 h. de la madrugada sólo Sasskya y yo. Partimos de mi piso más tarde de lo esperado (pero antes de las 6 h., aunque fueran sólo 10 minutos), y después de poner gas-oil en una estación desierta, empezamos el viaje, que nos llevaría al ritmo de TO-DO tipo de música a Valdepeñas. La velocidad fue buena, sobretodo porque la autopista lo permitía, y porque me empujaba un deber moral más grande que el llegar antes de la comida: ganarle una especie de apuesta a Elf-moon. Ella tenía muy claro que no llegaríamos antes de las 4 h. de la tarde al albergue, a lo cual yo le respondí que a las 2 h., si me llamaba, le contestaría el primer merethiano que me encontrara por allí... Ilusa de mí, ilusa al no saber ya que esta muchacha posee algún tipo de presciencia (tal vez de los Primeros Nacidos, quién sabe). Porque justo antes de llegar a Valencia, aún en la A-7, llegaron las odiosas retenciones. ¡Quién iba a pensarlo! ¿A quién se le iba a ocurrir que todos los valencianos irían a sus atestadas urbanizaciones a 14 km. de la capital a la misma hora? Y fue justo cuando nosotras pasábamos por ahí. Una hora perdida, como mínimo. Inma llamó a las 2 h., evidentemente; y yo seguía conduciendo...

Hora y media más tarde dejamos atrás Valdepeñas y nos adentramos en una hermosa y soleada campiña, a la sombra de un campo eólico. Y llegamos al Cañaveral, y allí nos recibió la marea de merethianos sonrientes y con los brazos abiertos de par en par. ¿Qué decir de esos tres cortísimos días? ¿Qué decir que les haga justicia? Volver a charlar con viejos conocidos y con nuevos viejos conocidos de esos temas que se tienen abandonados durante gran parte del año, no dejar el cachondeo ni a la hora de dormir, unirse a la mezcolanza de acentos... Resumiendo, cuando a las 12 de la mañana del domingo Sasskya y yo nos volvimos a subir al Arosilla, miles de imágenes me volvieron a la mente:

- La Gymkana, esa prueba que todo el mundo teme pero que todo el mundo espera. Sólo puedo decir esto: "He cruzado océanos de fuego para encontrarte". Mira que no acordarme que esa es LA FRASE de Drácula. Y no, Panjin, esa no sale en la incombustible El Follador de las Catacumbas, ni en ninguna de sus secuelas, ni en El Follador de las Catacumbas vs. La Guarra de las Cavernas, que nos conocemos... ¡Ah! y también puedo añadir que el juego de pasarse las cartas aspirando por la boca al son de Benny Hill es una experiencia... mmmhhhh... hilarante (dejémoslo así). Como bailar la danza de los Oompa Lompa entre veintipico personas más. Curiosa esta gymkana, muy curiosa.

- Las habitaciones y sus box estuvieron muy presentables, sobretodo porque las sábanas y las mantas no fallaron, y porque el cimbreo de las literas era aceptable. Eso sí, vi una araña (momento de terror atávico), y la última mañana, al abrir la puerta de las habitaciones, el "fuerte" olor te golpeaba sin piedad. Por lo demás, chachi piruli.

- ¡Y qué decir de los lavabos! De esas 2 duchas: una no cerraba la puerta y en la otra los chorros de agua iban cada uno por su lado. Pero hubo agua caliente siempre que la necesité, mucho espacio, y papel higiénico casi siempre. Y punto pelota.

- Los cortos son cada vez más surrealistas. A Mithdriel-Nuru se le ha ido definitivamente la olla con su "Pasión de Montaraces". Y Slayn se ha convertido en nuestra nueva estrella, a quién Dúnadan cedió la corona de Reinona de la Mereth (está grabado, que conste).

- ¡Estuve hasta el final de juerga en la segunda noche! ¡Milaaaaagro! Y bailamos el Chamma-chamma, aunque solo lo hicieramos 2... La hora del desayuno es otro cantar.

- Otra vez, como siempre, charlé menos de lo que quería con Isil. Creo que las conversaciones más largas las tuvimos en el lavabo.

- Si la excentricidad en la pasada mereth fue rodar "El Parto de Amígdala", en este se rodó el Teaser de "El Follador de las Catacumbas" (léase eFdlC de aquí en adelante). Con noche oscura, luna llena, viento sibilante, monstruo con capa de tuno, y joven doncella virgen con grito desgarrador: ¡Ha vuelto!... Qué risas...

- No sirvo para el rol. Esta era mi oportunidad: HACÍA DE MALA. Mucho peor: hacía de mala CON PARAGUAS. El juego transcurría en Hobbiton, en una celebración en la que teníamos que hacer la pelota a un viejete Frodo. ¡Y yo era Lobelia Sacovilla-Bolsón! Pues nada; tuvieron que ganar los Tuk que, mira por donde, tenían a su garbanzo/s negro/s: Unfanmas y Narvi (no te despistes o te dan la puñalada trapera). ¡Dos hurras por Mormeguil-Pippin y Nebula-Merry, que fueron descalzos durante todo el juego!

- Las despedidas son cada vez peores. Pero esta fue el no va más: irse con pocas horas de sueño, muchas horas de carretera y fiebre para conducir es de lo peor; doy fe. Mis compañeros en esa negra aventura fueron los 3 gelocatil que algo ayudaron, los palitos de sésamo, el agua, la coca-cola, el concierto que tuvimos con la Bso de Moulin Rouge y la pobre Sasskya, que tuvo que pasar un regreso de lo más aburrido... ¡Qué pena de regreso!

Y finalmente aquí estoy, a más de una semana (¡cómo pasa el tiempo!) y con ganas ya de volver a coger el coche e irme con Sasskya y la trouppe de Barcelona a cualquier sitio de España. ¡Las mereth crean adicción!