13.9.05

El Verano se acabó

Sí, definitivamente se acabó. Imposible salir de casa sin una chaqueta y un paraguas. El tiempo nos dio una tregua este fin de semana, pero esta tarde el cielo amenazaba lluvia, y en casa es imposible estar cómoda sin ponerse los calcetines. No sé con quién ha hecho una apuesta la maldita gata, pero es imposible sentarse sin que ella se ponga encima, con el pelo del lomo encrespado por el frío. Por la noche la sábana ya no abriga lo suficiente, y mi resistencia al pijama de manga larga pronto desembocará en un resfriado monumental. El verano se acabó. Y, cosa extraña, no estoy tan triste como podría parecer...

Pero es que este periodo estival ha sido sui generis. Dos cortas semanas de vacaciones, ni una mísera noche fuera de casa, demasiados libros que al final se quedaron sin leer, papeles sin ordenar, películas sin ver, amigos sin visitar y demás frustraciones debidas a la más absoluta vagancia. A mediados de vacaciones alguien me echó en cara que estaba muy pálida. ¡Terror! Una rebelde sin el morenito-piscina que en mi caso sería rojo-gamba... Bien, me quedé muy ancha cuando le contesté: "Bufff, qué aburrido, todos igual... alguien tiene que marcar la diferencia, ¿no?". En resumen, otro año habría acabado con la moral por los suelos, con el síndrome de no-he-hecho-NADA-de-utilidad. Pues no, acabé relativamente satisfecha de mi corto descanso, principalmente por 2 motivos muy importantes:

1) El domingo 7 de agosto estuve en el Camp Nou; fui una de las, pongamos, 20.000 personas que destrozamos el césped saltando al son de las canciones de U2. Sólo por eso ya no puedo dar por perdidas las vacaciones. Uno de mis sueños cumplidos: ver en directo a la cuadrilla irlandesa y sumergirme en su espectáculo. Y sí, debo añadir que Elf-moon, Sasskya y yo nos unimos a la cola a las 2,30 de la tarde, y salimos del estadio sobre las 12,30 h. de la noche agotadas, con síndrome de haber estado en una sauna durante 10 horas y en estado de trance. Algo que podré contar, como mínimo, a mis sobrinas, jeje...

2) Bueno, las vacas se acabaron el 19 de agosto, pero el 26 llegó la traca final: ¡Mereth-ó-Minas en Torrelles de Llobregat! Cuatro intensos días rodeada de amigos haciendo risoterapia sin parar (deberían aconsejar las mereth para los problemas cardíacos...), y haciéndole al Arosilla más de 500 quilómetros... Pero todo valió la pena: la mega-cena del restaurante chino con su mesa redonda y su sangría, los viajes de aquí para allá llevando merethianos y maletas de la estación de tren a la casa de colonias, mi primera incursión al Aeropuerto de El Prat en busca de Kikaaa, acompañada de Mithrand (¡ése copi!) y Dúnadan, mi primera incursión a Barcelona a las 11 de la noche en busca de Eewak y MacFox en la Estació del Nord, y demás viajes que me hicieron odiar las curvas, en serio... Pero todo es poco cuando se trata de reencontrarse con amigos o conocer nueva gente fantasymundiana... vamos, la traca final de las vacaciones, y la promesa de un futuro reencuentro.

Bien, ahora estoy enfrascada en la nueva temporada: con las pilas cargadas para el trabajo (que dure, ¡por Eru!), con más libros por leer y demasiadas películas que ver, con planes para mejorar la vida social (ya está bien de ser una ermitaña rematada; todo debe tener un cierto límite, Berúthiel, a ver cuando no nos vamos a los extremos...), con planes para mejorar mi inglés o aprender francés (ya veremos en cual de las 2 tengo plaza), y con la intención de mudarme ya a mi piso, comer más sano, hacer más ejercicio, y perder unos cuantos quilos (no hay nada como una visita a Zara, Bershka, Stradivarius y Waipai como para reencontrarse con los michelines... ¡qué horror!) y empezar a ponerle un rumbo a mi vida, que ya es hora...

El Rey Verano ha Muerto; ¡viva el Rey Otoño!

2 Comments:

Blogger sasskya said...

sisisi lo mejro de mi semana de vacaciones el concierto de u2¡¡
xD
se me va la pinza¡¡
por cierto, pa cuando cena en tu pisillo :P

9:34 p. m.  
Blogger Mithrand said...

Buenooo, ya vendrá otro veranito, que de eso no nos escapamos (y que dure). Hay que pensar en positivo: seguimos teniendo los fines de semana, aunque haya que currelar. Y a los amigos es también más sencillo encontrarlos (casi todos curran también en otoño). Aunque no soportemos al jefe o sintamos un poco más el frio... ¡viva el otoño!

11:07 a. m.  

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