El fin del puente y casualidades varias
Ya es domingo 10 de diciembre. Queda nada y menos para que llegue el día 23 y con él una semana y pico de vacaciones para descansar (o no), reunirse con la familia y amigos, celebrar la Navidad y el Fin de Año y engordar unos quilillos más... Habrá que alegrarse, ¿verdad?
Las expectativas de estos días eran una cosa y la realidad ha sido otra: hubo una intentona de viaje relámpago a Madrid para ver a los amigotes y a la familia, pero se quedó finalmente en el tintero, sobretodo porque el avión era unavailable (usease, inalcanzable) y porque la menda no debía conducir ni caminar tanto. Lástima; echo de menos a los amigos de las españas. Nos vemos un par o tres de veces al año, y seguro que parte de la magia es que nos vemos muy poco, pero acabamos pasándolo tan bien cuando nos juntamos... todo parece indicar que la mereth de Semana Santa será por la sierra madrileña, así que habrá que esperar hasta entonces para charlar, bromear y reir un poco más de lo normal.
Tal vez lo que haya ocupado gran parte de estos días es Alba (por activa y por pasiva), mi sobrina más pequeña. Está enferma, la pobre, y es muy pequeñita. Mi hermana y el cuñado están agotados, y espero que pronto se recupere y estén juntos en casa con Lida. Estos dos días pasados he estado con ella muchos ratos, mientras sus papis están en el hospital con la princesita, y la verdad es que la princesita mayor es un tesoro. Tozuda como la que más, y muy rebelde, pero cuando le coges el truco te sorprende con delicias... ¡qué gozada son los niños, y cuántas cosas aprendes con ellos! No he hecho cosas que tenía programadas, pero esos ratos han servido para redescubrir a esas pequeñas locas que tengo de sobrinas.
He de decir también que mis inquietudes narrativas se están perpetuando y llevo ya unas dieciocho páginas escritas (bueno, una gran parte reaprovechada, pero estoy contenta con el resultado). Espero poder disfrutar con la escritura aunque no llegue a ningún sitio (a ver, soy pseudo-escritora, pseudo-redactora, pseudo-planificadora... ¡pero me gusta!) y volver a engancharme a la lectura a pesar de la falta de tiempo. Memorias de Idhún avanza con más lentitud de lo que desearía, pero soy de las personas que intenta no renunciar a algo para conseguir otra cosa (así me va, dirán algunos), y acabaré por leer el tercer libro algún día de este mes y hacer la crítica para Fantasymundo. ¡No desfalleceré!
Finalmente, debo añadir a esta crónica mi retorno a las pistas de baile... jejeje... ¡cómo echaba de menos eso de pegarme un bailoteo en mi sala de baile favorita! Quedamos Inma, Yolanda, Sandra y yo en Vic, y allí fuimos a pasear a casi bajo cero por la Fira Medieval y a cenar. Luego dejamos los bártulos en mi piso, nos adecentamos y fuimos a Manresa, directamente al único lugar donde ponen música decente de la capital del Bages. Hacía mucho que no iba y encontré cambios en la mismísima puerta: han cambiado el acceso (más modernillo y pijo, pero bueno, se lo perdono) y el asunto sube a 12 € con una consumición. ¡Vaya burrada! A mí no me importó, pues volvía a un lugar especial (aunque echara de menos a Martulain y a Cece, ¿eh?). Nos pusimos en la esquina de siempre, y pronto empezó a sonar el mismo tipo de música que echaba de menos... una joya, vamos. Más tarde cambiamos de ambiente y nos fuimos a la sala principal y más comercial, la cual me carga y aburre a partes iguales, la verdad. Llegó un punto en que me acerqué a Yolanda y, en broma, le dije: ¿sabes que en la otra sala estará sonando "Vértigo" de U2? La curiosidad pudo con nosotras, y llegamos justo cuando los primeros compases anunciaban... ¡UNO, DOS, TRES... CATORCE! Caras de incredulidad (juro que no me creo que fuera una coincidencia, alucinante...), risas, carcajadas, saltos y bailes hasta que Bono dejó de cantar...
Luego llegó la hora de ponernos los abrigos y volver a casa. Por el camino ilustré a las "invitadas" y les indiqué donde se ubica Pineda de Bages, urbanización pija donde las haya, así como quién no quiere la cosa. ¿Y que veo hoy por las noticias? Pues veo al ricachón Mr. Tous en el jardincito de su choza diciendo que aquella noche les habían intentado robar y que el agente de seguridad tuvo un tiroteo con los ladrones... ¡manda huevos! Me ha parecido ver hasta la casa de mi jefe por ahí. Si eso no son casualidades muy CASUALIDADES yo soy una escritora de renombre y famosona...
Aquí dejo la crónica: voy a adecentarme un poquillo a mi piso, voy a ver a hermana, cuñado y sobrina al hospital y si todo va bien acabaré en el cine viendo Déjà vu, The Holiday, o Casino Royale. Esta última ya la he visto, pero no voy a llorar por tener a Daniel Craig (con traje y corbata -o sin traje ni corbata, oye-)frente a mí otra vez... hasta tengo la pequeña esperanza que acabemos viendo esta última... ¡Ains, la carne es débil!
Las expectativas de estos días eran una cosa y la realidad ha sido otra: hubo una intentona de viaje relámpago a Madrid para ver a los amigotes y a la familia, pero se quedó finalmente en el tintero, sobretodo porque el avión era unavailable (usease, inalcanzable) y porque la menda no debía conducir ni caminar tanto. Lástima; echo de menos a los amigos de las españas. Nos vemos un par o tres de veces al año, y seguro que parte de la magia es que nos vemos muy poco, pero acabamos pasándolo tan bien cuando nos juntamos... todo parece indicar que la mereth de Semana Santa será por la sierra madrileña, así que habrá que esperar hasta entonces para charlar, bromear y reir un poco más de lo normal.
Tal vez lo que haya ocupado gran parte de estos días es Alba (por activa y por pasiva), mi sobrina más pequeña. Está enferma, la pobre, y es muy pequeñita. Mi hermana y el cuñado están agotados, y espero que pronto se recupere y estén juntos en casa con Lida. Estos dos días pasados he estado con ella muchos ratos, mientras sus papis están en el hospital con la princesita, y la verdad es que la princesita mayor es un tesoro. Tozuda como la que más, y muy rebelde, pero cuando le coges el truco te sorprende con delicias... ¡qué gozada son los niños, y cuántas cosas aprendes con ellos! No he hecho cosas que tenía programadas, pero esos ratos han servido para redescubrir a esas pequeñas locas que tengo de sobrinas.
He de decir también que mis inquietudes narrativas se están perpetuando y llevo ya unas dieciocho páginas escritas (bueno, una gran parte reaprovechada, pero estoy contenta con el resultado). Espero poder disfrutar con la escritura aunque no llegue a ningún sitio (a ver, soy pseudo-escritora, pseudo-redactora, pseudo-planificadora... ¡pero me gusta!) y volver a engancharme a la lectura a pesar de la falta de tiempo. Memorias de Idhún avanza con más lentitud de lo que desearía, pero soy de las personas que intenta no renunciar a algo para conseguir otra cosa (así me va, dirán algunos), y acabaré por leer el tercer libro algún día de este mes y hacer la crítica para Fantasymundo. ¡No desfalleceré!
Finalmente, debo añadir a esta crónica mi retorno a las pistas de baile... jejeje... ¡cómo echaba de menos eso de pegarme un bailoteo en mi sala de baile favorita! Quedamos Inma, Yolanda, Sandra y yo en Vic, y allí fuimos a pasear a casi bajo cero por la Fira Medieval y a cenar. Luego dejamos los bártulos en mi piso, nos adecentamos y fuimos a Manresa, directamente al único lugar donde ponen música decente de la capital del Bages. Hacía mucho que no iba y encontré cambios en la mismísima puerta: han cambiado el acceso (más modernillo y pijo, pero bueno, se lo perdono) y el asunto sube a 12 € con una consumición. ¡Vaya burrada! A mí no me importó, pues volvía a un lugar especial (aunque echara de menos a Martulain y a Cece, ¿eh?). Nos pusimos en la esquina de siempre, y pronto empezó a sonar el mismo tipo de música que echaba de menos... una joya, vamos. Más tarde cambiamos de ambiente y nos fuimos a la sala principal y más comercial, la cual me carga y aburre a partes iguales, la verdad. Llegó un punto en que me acerqué a Yolanda y, en broma, le dije: ¿sabes que en la otra sala estará sonando "Vértigo" de U2? La curiosidad pudo con nosotras, y llegamos justo cuando los primeros compases anunciaban... ¡UNO, DOS, TRES... CATORCE! Caras de incredulidad (juro que no me creo que fuera una coincidencia, alucinante...), risas, carcajadas, saltos y bailes hasta que Bono dejó de cantar...
Luego llegó la hora de ponernos los abrigos y volver a casa. Por el camino ilustré a las "invitadas" y les indiqué donde se ubica Pineda de Bages, urbanización pija donde las haya, así como quién no quiere la cosa. ¿Y que veo hoy por las noticias? Pues veo al ricachón Mr. Tous en el jardincito de su choza diciendo que aquella noche les habían intentado robar y que el agente de seguridad tuvo un tiroteo con los ladrones... ¡manda huevos! Me ha parecido ver hasta la casa de mi jefe por ahí. Si eso no son casualidades muy CASUALIDADES yo soy una escritora de renombre y famosona...
Aquí dejo la crónica: voy a adecentarme un poquillo a mi piso, voy a ver a hermana, cuñado y sobrina al hospital y si todo va bien acabaré en el cine viendo Déjà vu, The Holiday, o Casino Royale. Esta última ya la he visto, pero no voy a llorar por tener a Daniel Craig (con traje y corbata -o sin traje ni corbata, oye-)frente a mí otra vez... hasta tengo la pequeña esperanza que acabemos viendo esta última... ¡Ains, la carne es débil!
1 Comments:
oye, y ya uqe parece que tienes un poder especial porque no nos dices que numero saldra el dia 22. asi de paso que entrenas tus facultadses, nos haces un favor a los demas :P
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