12.10.08

¡Ains!

Esto cada vez se parece más a la mutilación de una margarita: sí / no, me aburro / no me aburro, duermo como una marmota / no duermo, findesemana interesante / ¿ya ha pasado el finde?...
Lo bueno es que sigo de buen humor, a pesar del catastrofismo global y personal que planea en el ambiente. No hay nada como entrar en los 31 con una cena entre amigas, unos baileys con buena música (¿he dicho ya que el City Arms es el local que faltaba en Manresa?) y un bailoteo en Sielu, aunque al genio del Santi se le cruzaran los cables alguna vez con la elección de canciones... El sábado pasado se convirtió en una inyección de buen humor muy necesitada y el día siguiente acabó siendo una simpática tortura, porque... ¿a quién se le ocurre invitar a una familia entera de 10 adultos, 1 adolescente y 4 renacuajas a un piso de 52 m2 para comer después de haberme ido a dormir pasadas las 6 h. de la mañana con vino, baileys, martini-con-limón y cerveza en el flujo sanguíneo? A ver quién era la guapa que la noche de domingo, después del torbellino, se ponía a hacer un brownie para los apañeros del trabajo. Nooooo, señor, mis buenas intenciones (sé que les gusta mi brownie, que lo esperan con ansia el 5 de octubre) colisionaron con el cansancio total, y tuvieron que conformarse con una señora coca de horno de leña recién hecha y tabletas de cocholate. Nadie se quejó :)
Y el lunes llegó con una curiosa llamada que me "recordaba" que al día siguiente empezaba el curso de alemán al que me había apuntado hacía casi un mes. ¡Ja! Un chiste que ya no me esperaba, pero bueno, me hizo gracia y me apunté, así que a partir de ahora los martes tocará romperme la mandíbula y las cuerdas vocales. Aunque la guinda del plato fue cuando este viernes me llamaron para recordarme que mañana lunes empieza el curso de chino al que me había apuntado hacía casi un mes. ¡Ja, ja! Eso ya fue demasiado para mis neuronas, por lo que decliné la oportunidad: por ahora tengo suficiente con el alemán, ya veremos...
¿Qué más decir? Queda recordar que los síntomas febriles galopantes del viernes por la tarde-noche me convencieron para no ir de excursión por los bosques del Berguedà durante el sábado (me quedé sin poder comparar las setas de bosque rojo con las setas de hayedo... ¡ohhhhh, qué penita!). No era cuestión de hacerme la valiente, ir, y encontrarme mal en medio del bosque y rodeada de desconocidos. Como el finde anterior había sido algo así como apoteósico no me importó demasiado, por lo que el sábado dejé que mi cuerpo mandara a los virus fuera (¡huid, insensatos!) sin estresarlo demasiado, y hoy mi gran ocupación ha sido hacer 2 bizcochos con my sister para que fueran devorados en un santiamén. Eso y devorar mis uñas viendo "La conspiración del pánico", o sea, una de esas de no parar enmedio de explosiones y persecuciones protagonizada por el hijo rockabilly de Indy + la mujercilla de Ethan Hunt en MI:3. Pues lo he pasado bien, qué queréis que os diga... mis uñas lo demuestran. Al fin y al cabo el jueves fui a Sitges y en el super-mega festival vimos dos películas penosamente olvidables. El tedio de "The Broken" tuvo que lidiar con la morriña de después de comer, y "Intrusos en Manases" (ya de por si bastante flojilla) perdió muchos puntos después de la cutre-entrega del premio Méliès europeo a "Let the Right One In" (y esa no la fui a ver, mecachis...)
Así estamos. Quedan unas horas para que sea emocionalmente lunes y debo decir que no hay nada nuevo en el frente, señor. A ver cuántos bancos más salvan de la quema esta semana (una vergüenza) mientras los repeinadicos se ríen de nosotros, los mileuristas, como empeora más su situación el dúo McCain / Palin (roguemos porque sea así), y quienes le sacan más provecho a la palabra "coñazo" salida de entre las barbas de Mariano (¡qué risas!). ¿Acabaré de leer Bosque Mitago esta semana? ¿Veré Little Miss Sunshine o devolveré patéticamente el Dvd a la biblio sin abrirlo? Por ahora ya está. Fin. The End. Acabose. Fundido en negro.